Estas fotitos para despertar la "INDIGNACIÓN". Las tomé esta mañana (martes 5 de febrero), mirando desde la Municipalidad de Tirúa. Les cuento el detalle...
Cada ciertos días, luego del "problemita" en la Tenencia de Tirúa (noche del 25.02.2008), llega este helicóptero a posarse en plena plaza del pueblo, sobre la figura inspirada en un kultrun. Un gesto de provocación de Carabineros de Chile, a todas luces. Llegan sin aviso alguno y se instalan en el citado lugar, doblando los frágiles y jóvenes árboles que el municipio con gran esfuerzo ha logrado mantener, a fin de mejorar la imagen del pueblo.
Pero ahí llega el ruidoso helicóptero de nuestros Carabineros, irrumpiendo en la tranquilidad de los tiruanos. Los vecinos observan este espectáculo por unos minutos; los niños, en su plaza, detienen sus juegos... luego retoma el pasivo movimiento característico de la vida rural de estos lados. Es que a estas alturas ya están acostumbrados a señales de instigación como las que describo. Son siglos de desprecio. A quién le importa, quién respeta a estos indígenas. Para Carabineros y muchos otros chilenos, lamentablemente esta gente humilde del mundo rural, no merece respeto. Son sólo unos pobres más, insignificantes...
Me sorprende cómo nuestra prensa no repara en esta situación. Cómo no se indigna de este atropello, y de tantos otros que a diario sufren los tiruanos con una presencia policial desmedida. Ingenuamente "of course", me resisto a creer que sólo valen los hechos en que se ven "amenazados" los intereses de importantes empresarios...
Cada ciertos días, luego del "problemita" en la Tenencia de Tirúa (noche del 25.02.2008), llega este helicóptero a posarse en plena plaza del pueblo, sobre la figura inspirada en un kultrun. Un gesto de provocación de Carabineros de Chile, a todas luces. Llegan sin aviso alguno y se instalan en el citado lugar, doblando los frágiles y jóvenes árboles que el municipio con gran esfuerzo ha logrado mantener, a fin de mejorar la imagen del pueblo.
Pero ahí llega el ruidoso helicóptero de nuestros Carabineros, irrumpiendo en la tranquilidad de los tiruanos. Los vecinos observan este espectáculo por unos minutos; los niños, en su plaza, detienen sus juegos... luego retoma el pasivo movimiento característico de la vida rural de estos lados. Es que a estas alturas ya están acostumbrados a señales de instigación como las que describo. Son siglos de desprecio. A quién le importa, quién respeta a estos indígenas. Para Carabineros y muchos otros chilenos, lamentablemente esta gente humilde del mundo rural, no merece respeto. Son sólo unos pobres más, insignificantes...
Me sorprende cómo nuestra prensa no repara en esta situación. Cómo no se indigna de este atropello, y de tantos otros que a diario sufren los tiruanos con una presencia policial desmedida. Ingenuamente "of course", me resisto a creer que sólo valen los hechos en que se ven "amenazados" los intereses de importantes empresarios...
